Dos de las cocinas más reconocibles de España comparten protagonismo -sin fusiones- en La Vasco Andaluza, nuevo restaurante ubicado en uno de los locales más míticos del cruce de Arturo Soria con Alcalá en Madrid.
Destacan los pintxos; las frituras; las carnes, pescados y mariscos más representativos de ambas comunidades, sin que falten los arroces con un guiño a cada una de las zonas. Además, su amplísimo local es perfecto para celebrar eventos y hasta es posible tapear en la ‘barra’ con vistas a la animada calle desde la primera planta.
Detrás de La Vasco Andaluza se encuentra Ángel Perea del Pino, al frente de proyectos empresariales muy diferentes.
Su pasión por la buena mesa le ha llevado a rodearse del mejor equipo para dar forma a este restaurante: el chef Sergio Guerreiro, de abuelo jienense y con rodaje en los últimos 23 años en cocinas como Las Tortillas de Gabino, El Palacio de los Velada, La Casa Vasca de Sagardi o Macarela, aprendiendo en cada uno de ellos los secretos de las brasas, las recetas típicas de estas regiones o a tratar el atún rojo como se merece…; y en sala, Soraya Santiesteban, profesional y comprometida, gran conocedora de la bodega nacional que empezó hace 38 años en el Asador Frontón, donde estuvo más de 20. De ahí pasó a gerente en los asadores Imanol y ha dirigido otros restaurantes con sello vasco. La trayectoria vasca queda bien patente en su currículum, y la ‘vena’ a andaluza le viene por parte de su familia materna, procedente de Málaga.
La experiencia de La Vasco Andaluza
Con estos sólidos mandos, y en un ambiente tan agradable como el que se respira al subir la escalera desde la calle, los comensales tienen asegurado disfrutar de una experiencia que querrán repetir.
Para ir calentando mientras se espera al resto de acompañantes o bien para el tardeo, tienen una mesa alta, que hace las veces de barra, como preludio a la amplia sala y que es ideal para socializar.
A continuación, está su cálido salón, decorado con sobriedad, sin estridencias, en tonos beige, con manteles hasta el suelo y cómodas sillas y sofás en rosa y verde botella con tacto de terciopelo; y al fondo, un salón reservado con capacidad para unas 20 personas, perfecta para presentaciones o reuniones de negocios, más ahora que se acercan las cenas de empresa. Para esta ocasión tienen además una serie de menús de grupos a partir de 36 €/persona. Un local que invita a disfrutar de la sobremesa ya que su horario de apertura es non stop.
En su propuesta habitual hay platos que están llamados a convertirse en reclamos para las reuniones familiares semanales, como sus dos arroces: el Marinero, de almejas, gambas, choco y rape con un bien trabajado caldo de marisco; y el Arroz semi caldoso de pollo de caserío y las mejores verduras de temporada. Pero antes del plato fuerte hay infinidad de entrantes de lo más apetecibles que nos llevan a una u otra punta de la Península: Croquetas melosas de txangurro o de rabo de toro al PX; o una simple -hecha con solo 5 ingredientes- pero delicada e imprescindible Ensaladilla de melva y langostinos, con patata de Conil cocida, una suavísima mayonesa y huevas de salmón.
Por la parte andaluza no podían faltar la Tortilla de camarones o la fritura de pescado; y por la del norte, los Buñuelos de bacalao; además del buen pescado y marisco de temporada, tanto del Cantábrico como del Atlántico. La Merluza de pintxo en salsa verde, el bacalao -bilbaína, vizcaína, pil pil o club ranero y el atún rojo en tartar o a la parrilla son las estrellas del apartado.
En las carnes hay desde Txuleta y Txuletón premium de vaca madurados, hasta Pluma ibérica del Rincón de los Pedroches; y también elaboraciones bien cuidadas, como el imprescindible Canelón de pringá gratinado con queso de la Sierra de Grazalema.
La carta también cuenta con una sección de pintxos pensada para tomar exclusivamente en la en la ‘barra’ de la entrada, con sabrosos bocados como Mollete de atún rojo, cebolla al estilo de Barbate y mahonesa de piparra; Brioche de carrillera ibérica estofada, col encurtida, pepinillo y salsa de Málaga Virgen; o Soldadito de Pavía, con su pimiento asado al carbón.
En el apartado dulce predominan las opciones norteñas en recetas como el Goxua, la Pantxineta -el tradicional pastel de hojaldre y almendras relleno de crema pastelera acompañado de helado de PX-, o la infalible Tarta cremosa de Idiazabal con daditos de membrillo… Desde el sur llega, por ejemplo, la Tarta de la abuela, de chocolate y galleta crujiente con helado de leche, que encandila a grandes y pequeños. En cuanto a la oferta líquida, el abanico se abre y aparecen referencias de todo el país, desde La Rioja, Rías Baixas o Castilla y León, pero no faltan etiquetas de la D.O. Condado de Huelva como Flor de Édalo; el Txacolí Hika de D.O. Getaria; o generosos por copas.
También cabe destacar el menú degustación vasco andaluz, disponibles de martes a viernes al mediodía compuestos por cuatro platos, aperitivo, una bebida, pan y postre, por 29 € por persona, y que se puede pedir tanto en la barra como en su amplísimo salón o el reservado.