Pongámonos en situación. Te lanzas a cocinar y empiezas colocando una cazuela con agua al fuego. Lo pones al máximo nivel porque quieres que empiece a hervir lo antes posible y mientras tanto, vas sacando y preparando el resto de los ingredientes de la receta. Te metes de lleno en la tarea y de repente ese característico sonido: ¡El agua! ¡Se ha desbordado!
Si te has sentido identificado, has de saber que no eres el único. Se trata de una práctica, por desgracia, tan habitual como engorrosa. Y es que el rebosar del contenido de la cazuela implica, por un lado, el peligro de quemarse con el líquido derramado y, por otro, la necesidad de limpiarlo más pronto que tarde.
Sin embargo, tranquilidad, porque estos desbordamientos pueden evitarse de una forma simple y rápida. Además de estar pendiente del punto de ebullición, que es algo en lo que solemos despistarnos y fallar, hay ciertos trucos que nos van a ayudar a que no se produzcan estos reboses.
Aceite: El primer truco casero para evitar estas repentinas y aparatosas fugas de líquido de la cazuela pasa por utilizar un ingrediente que, seguro, podrás encontrar fácilmente en casa: aceite. Basta con empapar un paño con un poco de este oro líquido para después pasarlo por los bordes superiores interiores de la olla. ¡Y nada más! La diferencia de densidad entre ambas sustancias evitará que el agua, al aumentar su temperatura, sobresalga de la cazuela.
Compruébalo y verás que es tan sencillo como efectivo. Si lamentas no haberlo descubierto antes, has de saber que no es el único truco para evitar los desbordamientos: aún hay más.
Cuchara de madera: Si por lo que sea no tienes aceite o no quieres ‘malgastarlo’ en esto, hay otra forma de evitar que el agua rebose la cazuela. Esta segunda forma es igual de sencilla e implica emplear un utensilio muy popular en las casas: una cuchara de madera.
El truco es tan simple como colocar dicha cuchara (puede ser un tenedor o cualquier otro elemento de madera) sobre la olla mientras cocinamos. Este gesto nos va a permitir poner agua a hervir sin preocupaciones ya que, al llegar al punto de ebullición en el que las burbujas ‘escalan’ hasta el borde, estas van a chocar con el utensilio, liberando el vapor y evitando los temidos derrames hacia el exterior de la olla.
Ane Bergara, El Diario Vasco – Truco para evitar los desbordamientos del agua hirviendo
