El Renacimiento es considerado como el paso de la Edad Media a la época moderna.
Este período es ya heredero de una larga tradición culinaria.
Los italianos, grandes navegantes y viajeros ya habían incorporado en su cocina las especias, las técnicas y recetas traídas de Oriente y Asia. En esa época, Italia con sus grandes ciudades, Venecia, Florencia, Génova, es el cementerio donde se fusionan todas las tradiciones culinarias,
A mediados del siglo XVI, Francia se alió con los Medici, y los florentinos revolucionaron todas las artes, incluido el arte culinario.
Los descubrimientos
Productos del Nuevo Mundo
La introducción de nuevas plantas contribuyeron al surgimiento de una «nueva cocina» y nuevos usos de mesa.
El descubrimiento de América trae a las mesas nuevos platos: perejil (en la izquierda), tomates, maíz, pimientos, café, chocolate, pollo y patatas. La inventividad culinaria no podía ser más que estimulada, con la aparición de un nuevo orden de servicio que durará mucho tiempo: se sirven las frutas como entrada, luego vienen las cocidas, las tostadas y las carnes, y luego los postres.
El desarrollo de la imprenta
Las presas de brazos de madera permiten ahora una mayor divulgación del conocimiento a través de los libros.
Las recetas culinarias son ahora difundidas a gran escala, constantemente actualizadas, testimoniando así la creatividad culinaria que atraviesa todo el siglo XVI.
La fama e influencia de Taillevent van a superar en gran medida el siglo XIV, ya que «Le Viandier», que no era más que un manuscrito poco extendido, tendrá, después del descubrimiento de la imprenta, numerosas ediciones hasta principios del siglo XVII. Lo mismo ocurrirá con otras obras medievales. El éxito de estas obras demuestra que la cocina del Renacimiento está cerca de la cocina medieval.
La renovación de la mesa
La edad de la pastelería
El Renacimiento consagró un gusto irreprimible de las élites sociales para la pasta de almendras, las mermeladas y las confiterías.
Venecia y Madeira son la cuna de un nuevo artesanado, el de confiterías capaces de realizar personajes y frutas de azúcar. Las Cortes Reales europeas, que ven en la pastelería dulce un medio de expresión de su poder, se apresuran a reclutar a tales artistas.
En Francia, la pastelería conoció un verdadero progreso bajo los auspicios de artistas italianos que acompañaron a Caterina de Médicis en su boda con el futuro rey Enrique II en 1533, así como a María de Médici que en 1600 se unió a Enrique IV.
Desde el Renacimiento datan numerosas tortas y tortas, el pastel de arroz, la pasta de almendras y el masapán, las dragées, el pan de especias, la masa de repollo, las galletas de galleta, las pastas de frutas (confituras secas), las flores confitas (ancestros de las violetas en azúcar), las corteza de frutos confitos, el nougat y el helado.
La influencia italiana
Es en el norte de Italia donde el proceso de civilización comenzará y se difundirá en Europa. Pero la principal influencia italiana no se hará en la cocina misma, sino en el servicio, las artes de la mesa y la forma de comer
Il mondo di Annaura, El Renacimiento: un punto de inflexión en la historia de la alimentación