El concepto de agricultura social se refiere a las explotaciones que integran, emplean o cuidan de personas con necesidades especiales. Las personas pueden tener alguna discapacidad, haberse recuperado de una adicción, ser desempleados de larga duración o delincuentes juveniles. La agricultura social incluye también la apertura de la explotación a los niños y a las personas de la tercera edad, como parte de iniciativas educativas agrícolas. Por tanto, la agricultura social puede contribuir a los ingresos generales de la explotación.
El trabajo práctico con plantas y animales puede ayudar a estabilizar y preservar la salud y es algo que se viene practicando desde hace tiempo en los «talleres verdes» de las instituciones para personas discapacitadas. Además, cada vez hay más negocios agrícolas comprometidos que cuidan de personas con discapacidades en su explotación. En Alemania, la nueva ley federal de participación (Bundesteilhabegesetz) permite el acceso a mejores posibilidades de financiación. Precisamente son explotaciones agrícolas ecológicas las que a menudo eligen este modelo de negocio, como demuestra un estudio del año 2014 en Bavaria.
Naturland apoya a sus miembros a través del trabajo en red y las relaciones públicas y participa en diversos clubes y asociaciones para mejorar las oportunidades disponibles dentro de la agricultura para personas con necesidades especiales.
